La Rúbrica
La rúbrica es una costumbre que data dela Edad Media.En esa época, cuando se hacía un escrito y se firmaba, había una persona especializada que “autenticaba” esa firma, escribiendo seguidamente tres palabras en latín: “scripsit”, “firmavit”, “recognovit” (escrito, firmado, reconocido), y dejando así constancia de su autenticidad (sería el “escribano” de aquella época). Al copiarse de mano en mano, y en muchas ocasiones desconociendo su significado, estas palabras se fueron desfigurando hasta convertirse en garabatos ilegibles, que como se escribían en tinta roja (“rubrum” en latín significa rojo) se los denominó rúbrica.
En la actualidad, los países de influencia anglosajona, no utilizan rúbricas; simplemente firman con el nombre y apellido. En España y en los países latinos, se sigue empleando la rúbrica, aunque de a poco se tiende a su simplificación; basta con comparar las firmas de nuestros próceres en siglos pasados…
Y como en el pasado estas rúbricas eran sumamente complicadas, no podemos analizarlas con las normas actuales o con los parámetros sociales de nuestros tiempos.
¿Pero finalmente… qué es la rúbrica?
Son esos rasgos o trazos accesorios, que no forman parte del nombre o del apellido.
Y dado que en la actualidad se tiende a simplificar, la rúbrica siempre indicará una necesidad de apoyo.
Por eso en grafología, hay una regla básica que dice: “a mayor rúbrica, menor personalidad”.
Según Pedro Foglia (grafólogo argentino): “…la rúbrica siempre es un agregado, una creación propia del carácter del individuo, efectuada acorde a su personalidad, a sus deseos, ambiciones, a su humildad o vanagloria…”
Mauricio Xandró (grafólogo español) la define como “andador de la personalidad”, pues dice que al ir madurando la persona, va prescindiendo de todo trazo superfluo, de toda rúbrica.
Y finalmente A. Vels dice que es “… el marco o embalaje en el que colocamos nuestro yo íntimo”.
En síntesis, la rúbrica es nuestra presentación, y con ella analizaremos las ambiciones personales, los temores, la búsqueda de seguridad, la vanidad, la fantasía, el grado de autenticidad, honestidad o sinceridad, la madurez, la forma de protegernos y las tendencias más profundas.
Para ejemplificar lo mencionado, les presento las firmas de cuatro próceres argentinos, para que vean el estilo que se usaba en ese entonces. No olviden que se utilizaba pluma para escribir, y que en esa época tenían mucho más tiempo que nosotros para firmar…
excelente artículo, me interesaría saber más de este y otros articulos
Gracias Miriam! El tema de la rúbrica está desarrollado en el libro «Manual de Grafología al alcance de todos»
Muy buen tema y excelentemente abordado, siempre es fascinante descubrir que encierra la firma y la rúbrtica, gracias por compartirlo!!!!!!!!!!!
La firma es nuestra esencia Gimena. Gracias por el comentario!
Gracias por compartir estos conocimeitnos que son fascinantes.
Un placer Roxana!
super interesante,gracias
Un placer María!
Excelente!!! Me apasiona este tema!!!
Realmente es apasionante Mirta. Gracias!
No entiendo la afirmación que en esa época tenían más tiempo para firmar.. En época de batallas? de enfermedad?
Pregunto.. Al pie de que tenor fue implantada cada una de las firmas que se exhiben aquí?