Autoestima: ese sentimiento de sí mismo
En psicología, la autoestima (también denominada amor propio, autovaloración o autoconcepto), es la percepción emocional profunda que las personas tienen de si mismas, conocida comúnmente como el amor hacia uno mismo. Es un aspecto básico de la inteligencia emocional, ya que la valoración objetiva de la propia personalidad, de las conductas y habilidades, constituye la base de la identidad personal.
La autoestima se construye desde la infancia, y depende en gran medida de la relación con las personas significativas, fundamentalmente con los padres. Ellos son los que a través de la expresión de comprensión y amor a sus hijos, deben alentarlos en sus iniciativas individuales, señalando los errores como experiencia de aprendizaje.
Las expectativas de los padres sobre las posibilidades de los hijos, suelen tener una influencia fundamental en el desarrollo de estos últimos. Si son positivas, seguramente impulsarán al crecimiento y al enfrentamiento de obstáculos y dificultades. Si son negativas, el hijo quizás no pueda o no se permita desarrollar las capacidades o potenciales internas.
El concepto de uno mismo se va desarrollando a lo largo de nuestra vida. Todos los hechos y experiencias en las distintas etapas, aportan sentimientos de mayor valía o de incapacidad.
A partir de las experiencias tempranas de aceptación o rechazo del entorno, comenzamos a generar un concepto sobre lo que valemos o dejamos de valer, el cual toma un papel fundamental en la adolescencia (una de las fases más críticas en el desarrollo de la autoestima), ya que en ese período se forma y se afianza la identidad personal del individuo.
La autoestima no se debe confundir con los términos narcisismo o egocentrismo (actitud ostensible que demuestra un sujeto sobre si mismo frente a los demás, y que no siempre tiene relación con sus verdaderos sentimientos)
Una buena autoestima implica ser conscientes de las propias virtudes y falencias, contando con el respeto y el amor hacia uno mismo y por ende, hacia los demás. Si uno no se ama y se respeta, difícilmente pueda hacerlo con el otro.
La autoestima es una función del organismo, y un recurso integral y complejo de autoprotección y desarrollo personal. Una baja autoestima por lo tanto, afecta a la salud, las relaciones sociales y la productividad o rendimiento. Una autoestima alta, potenciará a la persona en su adaptación social y en todas las esferas de su personalidad y accionar.
La autoestima por lo tanto, es el requisito indispensable para las relaciones interpersonales.
Una persona con autoestima positiva:
- asume responsabilidades y se hace cargo de sus actos
- está orgullosa de sus logros
- afronta desafíos con visión positiva y entusiasmo
- se acepta, se quiere y se respeta a sí misma
- exterioriza sus afectos y sentimientos con sinceridad y espontaneidad
- rechaza el negativismo y la envidia en todas sus formas
- es adaptable y tolerante
Una persona con autoestima negativa:
- se frustra fácilmente
- no reconoce sus virtudes o dones naturales
- se deja influenciar con facilidad
- mantiene siempre una actitud defensiva
- miente habitualmente
- culpa a los demás por sus debilidades, errores o fracasos
AUTOESTIMA POSITIVA
AUTOESTIMA NEGATIVA
Alfred Adler (1870-1937), psiquiatra y psicoanalista austríaco, discípulo de Freud, se dedicó al estudio de la relación entre el individuo y el medio ambiente, enfatizando el tema de los sentimientos y complejos de inferioridad, y tomando en cuenta las aspiraciones del sujeto, y el deseo de poder como motivador de las conductas.
Un complejo, según el psicoanálisis, es el estado psíquico provocado por las representaciones retenidas en el inconsciente por efecto de la censura y que se manifiesta con trastornos en la conducta.
Según Adler, la baja autoestima impulsa a las personas a esforzarse demasiado para superar la inferioridad que perciben de si mismas y a desarrollar talentos y habilidades como compensación.
Alfred Adler fue fundador dela Escuelade Psicología Individual y precursor de la moderna psicoterapia.
La ausencia de autoestima impide la búsqueda del sentido de la vida, produce problemas de identidad y dificultades para conectarse con intereses auténticos. La baja autoestima provoca trastornos psicológicos como neurosis, depresión, enfermedades psicosomáticas, etc., y está relacionada con una distorsión del pensamiento, y de la visión de uno mismo.
La falta de confianza en si mismo induce a la necesidad de compararse e identificarse con modelos sociales e impide comprender que cada persona es única y diferente, y que lo único comparable es nuestro potencial con respecto a nuestro rendimiento.
FORMAS DE MEJORAR LA AUTOESTIMA
Es importante saber que con la autoestima no se nace, sino que la misma se va construyendo, y se puede modificar a lo largo de la vida. Podría decirse que lo esencial para desarrollarla, es “dejar de criticarnos”.
Nuestra imagen personal está formada por las creencias profundas que tenemos sobre nosotros mismos. Estas creencias son pensamientos que en algún momento de la vida se aceptaron como verdaderos, y determinan nuestro accionar. Pero debemos saber que estas mismas creencias pueden ser cambiadas y mejoradas.
Existen para ello varias técnicas, que pueden ayudar a aumentar la autoestima:
- Convertir los pensamientos negativos en positivos
- Confiar en nosotros mismos y en nuestras capacidades
- Aceptarnos con nuestras virtudes y falencias
- No generalizar a partir de un fracaso o experiencia negativa. El hecho de que “eso” haya salido mal, no quiere decir que todo va a salir mal
- Concentrarnos en las características buenas que tenemos, valorarlas y potenciarlas
- Tener en cuenta y reconocer los éxitos obtenidos, e intentar nuevos logros
- No compararse con los demás. Todos somos diferentes e individuales, y todos tenemos aspectos positivos y negativos, cualidades y defectos. En algunas cuestiones somos mejores, y en otras peores
- Actuar según nuestro propio criterio, de acuerdo a lo que pensamos y sentimos, sin depender de la opinión o aprobación ajena
- Cambiar aquellos aspectos que no nos conforman y tratar de superarnos en los que no estamos satisfechos
- Ponernos metas alcanzables, claras y concretas, y esforzarnos por conseguirlas
- Elaborar proyectos personales, comprometerse con ellos y llevarlos a la práctica
- Evaluar los esfuerzos realizados y los progresos
- Dejar de quejarse y echarle la culpa a los demás de nuestras penurias. Asumir la responsabilidad de nuestros actos
- Permitirse sentir las emociones y expresar los sentimientos
- Dejar de buscar siempre la aprobación de los demás (todas las personas tienen diferentes puntos de vista y no se puede complacer a todos)
- Poner límites, aunque esto provoque resistencia y enojo en los otros
- Repetirse a sí mismo todos los días frases de autovaloración
CARACTERÍSTICAS GRAFOLÓGICAS EN ESCRITOS Y DIBUJOS, RELACIONADAS CON LA AUTOESTIMA
En la escritura:
Modestia: humildad, recato, ausencia de engreimiento o vanidad.
Sencillez: naturalidad y espontaneidad en el comportamiento.
Las personas sencillas detestan la ostentación, la artificiosidad, las apariencias, complicaciones y falsedades.
- escritura sencilla, simplificada, sin trazos innecesarios
- escritura proporcionada o levemente rebajada
- predominio de curva
- mayúsculas normales a bajas
- dimensión mediana o pequeña
- escritura clara y legible
- rúbrica sencilla
Orgullo: sentimiento de la propia superioridad. El sujeto tiene conciencia de su propio valer. Exceso de autoestima. Creencia en sí mismo, con o sin razón, y muchas veces, con desprecio hacia los demás.
- dimensión grande
- escritura sobrealzada
- mayúsculas altas
- firma con mayor dimensión que el texto
- inclinación vertical
- barras de t altas y largas
- escritura adornada
Vanidad: búsqueda o necesidad de un efecto, de aprobación o de admiración en el otro. Deseo de aparentar y de hacer creer lo que no se es.
El vanidoso trata de representar algo de lo cual no está muy convencido, aspira a deslumbrar. Como dice Matilde Ras (grafóloga española): “no le importa ser sino parecer”
- dimensión grande
- mayúsculas grandes, ampulosas y adornadas
- dimensión mediana o pequeña con mayúsculas muy grandes
- ornamentos y adornos en general
- ampulosidades, volutas
- predominio de curva
- desproporciones, zona superior más desarrollada
- escritura artificiosa
- espirales, bucles
- puede haber puntos de la i en círculo
- firma grande
- rúbrica complicada
Según Augusto Vels (grafólogo español), “la vanidad busca la opinión de los demás, el orgullo la desprecia”.
Las dos están relacionadas, porque ambas tienen como base el egocentrismo. Pero en general, el vanidoso es más sociable que el orgulloso, porque necesita del otro.
En los dibujos:
MODESTIA, SENCILLEZ:
- dibujos medianos o pequeños
- trazos simples sin accesorios o detalles complicados
- formas sobrias
- ausencia de complicaciones y adornos
- trazos firmes, seguros
- tronco del árbol corto
- vestimenta de la figura humana sencilla, austera
VANIDAD, NARCISISMO:
- dibujos grandes o muy grandes
- ubicación en el centro
- dibujos arriba de un montículo
- trazos firmes
- trazos superfluos o accesorios, complicados e innecesarios
- formas extravagantes
- buena presión
- persona con ojos grandes y pestañas marcadas
- puede ser ojos cerrados
- cabello abundante y arreglado
- cabeza grande o muy grande
- ornamentos, vestimenta coqueta y adornada
- árbol con copa grande o concéntrica
- casa con escalones
FALTA DE AUTOESTIMA, INHIBICIÓN:
- dibujos pequeños o muy pequeños
- ejecuciones pausadas o lentas
- borraduras y retoques
- trazos débiles, vacilantes, inseguros
- falta de detalles
- rasgos faciales suaves en el dibujo de la persona
- ubicación de los dibujos en la hoja en zona inferior y a la izquierda
- copa del árbol pequeña